miércoles, 8 de agosto de 2007

Florencia Hebe Montana

Este es un homenaje de todas
las personas que amamos a Flor

Sus padres, Norma y Sergio









Sus hermanos, Sol, Lucas, Belen y Valentin





¨Seguramente Florencia me hubiera dicho como San Agustín¨
¨No llores si me amas, Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo! Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos! Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos; los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso! Si por un instante pudieras contemplar como yo, la belleza ante la cual las bellezas palidecen! Cómo!...¿Tu me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades? Créeme. Cuando la muerte venga a romper las ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban, cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a verme, sentirás que te sigo amando, que te amé, y encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz! ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida...Enjuga tu llanto y no llores si me amas¨






Sus amigos y amigas













¨Simplemente gracias por esto¨

EL PERFUME DE UNA FLOR.


Era otoño, y llovía
estábamos en un salón,
vos estabas atrapada
en un nudo en su garganta,
y le quebrabas la voz.
Te asomaste un par de veces
al balcón de su mirada,
atrapada en una lágrima
que nunca... jamás rodó,
porque él logró contenerte
y como otras tantas veces...
te guardó en su corazón.
Así pude conocerte
y conocer su dolor,
y me sobraban palabras
y nos sobraron miradas,
pero el tiempo no alcanzó.
Cada día, a la distancia
puedo sentir su dolor,
y el mayor de mis anhelos
es que entienda que el dolor,
ha hecho nido en su alma
se ha instalado en su mirada,
o permite que te encuentre
y que sienta tu calor.
Yo quisiera que comprenda
que hoy sos vos quien lo cuida,
como un ángel que lo guarda
igual que él te cuidó.
Que su deber como padre
no termina con tu adiós,
que ahora, y hoy más que nunca
tiene la noble misión,
de sostener viva en su alma
a esa niña...a esa mujer que formó.
El mayor de mis anhelos
es que cuando mire al cielo,
él pueda decir tu nombre
sin sentir tanto dolor.
Es por eso que hoy te escribo
sin aparente razón,
pues la razón es que quiero
pedirte un sólo favor ...,
no abandones a tu padre
el extraña tu calor,
mostrale que tu alma vive,
porque a pesar de la muerte
y del dolor de tu adiós,
tu corazón no lo deja
porque él fue tu gran amor.
La muerte pudo alejarlos
y hasta silenciar tu voz,
pero jamás pudo la muerte
hacer que desaparezca,
el perfume de una FLOR.
Silvia Raquel Galarza.
5 de Mayo de 2004